¿Te han diagnosticado mordida abierta o sospechas que la tienes? No te preocupes, la maloclusión es un problema bastante común que, además, va en aumento en los países avanzados, por lo que existen muchas soluciones disponibles.
Según varios estudios, se ha demostrado que el 70 por ciento de los niños presentan algún tipo de desviación en la oclusión de la dentadura, de los cuales, el 30 por ciento necesita tratamiento odontológico para solucionarlo. Además, la mordida abierta es uno de los principales problemas más comunes de maloclusión.
Aunque pueda suponer un problema de salud que empeora tu calidad de vida, hoy en día se ofrecen múltiples alternativas para corregirlo.
Si quieres estar al tanto sobre esta condición, no te pierdas los detalles que te explicamos a continuación:
Las personas que padecen de mordida abierta son aquellas que, al cerrar la boca, sus dientes frontales o posteriores no entran en contacto. De forma que, quedan espacios vacíos entre los dientes, ya que los de la arcada superior no tocan los de la arcada inferior. Con lo cual, resulta prácticamente imposible poder cerrar la boca al completo.
Los problemas relacionados con esta dolencia suelen tener consecuencias muy diversas:
Para esta clase de maloclusiones dentales podemos distinguir entre cuatro tipos:
La mordida abierta anterior. De las tres es la más común. Se produce cuando los dientes que no contactan entre sí son los dientes superiores e inferiores de la parte delantera.
La mordida abierta posterior. Por el contrario, en este caso son las piezas dentales traseras las que no hace contacto cuando se intenta hacer la oclusión.
La mordida abierta lateral. En la que la falta de encaje se da en un único lado lateral de la boca, pudiendo ser tanto la derecha como la izquierda.
Mordida abierta completa. Es una mezcla de la mordida abierta posterior y anterior, por lo que tan solo se tocan los últimos molares de la dentadura.
Aunque sí que es cierto que existen diversos factores que son inevitables, como los de la carga genético (problemas esqueléticos o dentales), la verdad es que la mordida abierta se produce en la mayoría de casos por hábitos nocivos durante la infancia.
Es por eso que, tener todas estas costumbres identificadas, es muy importante para que los padres puedan evitar este tipo de problemas futuros en sus hijos. Exceptuando a la mordida abierta posterior, ya que esta tiene su origen en una erupción incompleta o en la ausencia de dientes en la zona posterior.
Los hábitos que producen este tipo de condición, suelen ser los siguientes:
Existen varias soluciones según el estado de la dolencia y la edad del paciente. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, corregir la mordida abierta es posible la mayor parte de las veces sin cirugía.
Ortodoncia interceptiva. Sólo se establece en niños que aún se encuentran en proceso de crecimiento. Este aparato es capaz de intervenir en las masas óseas, corrigiéndolas y normalizando el desarrollo facial.
Ortodoncia convencional. Mucho más indicado para adolescentes y personas en edad adulta que sufren de una maloclusión leve. En estos casos, es la propia persona quien elige el tipo de ortodoncia a aplicar (brackets metálicos, de zafiro, alineadores transparentes…)
Tratamiento de ortodoncia y cirugía. Sobretodo dirigido a adultos con una mordida abierta muy severa. Primero, se coloca un aparato de dientes que corrige cada pieza en la posición correcta. Tras un año aproximadamente, el paciente es operado por una intervención ortognática, a través de la cual se altera el tamaño y la posición de la mandíbula y maxilar. Por último, se le vuelve a implantar una ortodoncia para armonizar de forma definitiva la dentadura. Siendo un proceso de hasta 36 meses en total.
Por tanto, si crees que tu o alguien de tu alrededor presenta todos los síntomas o dolencias nombradas, no dudes en acudir a tu especialista para detectar el problema y empezar el proceso de corrección. El tiempo en estos casos es una variable importante.