¿Estás pensando en quedarte embarazada? ¿Acabas de recibir la genial noticia de que estás esperando un bebé? El embarazo es un periodo lleno de cambios en el cuerpo de la mujer, puesto que este se está preparando para dar a luz a una nueva vida. Debes estar atenta e informarte para cubrir todas las necesidades que tu cuerpo va a precisar para el desarrollo de tu futuro hijo o hija.
Tu salud dental, no es una excepción, dos de cada diez mujeres padece algún problema o enfermedad bucodental durante el embarazo. Si no cuidas la salud de tus dientes, y boca, y acudes regularmente al dentista, durante esos maravillosos nueve meses, podría derivar en consecuencias graves. Por ejemplo, una mala salud oral aumenta el riesgo de paro prematuro y de que el bebé nazca con poco peso o sufra caries a temprana edad.
Durante el embarazo, las náuseas (que pueden producirse incluso al cepillarse) y vómitos que llegan a la boca contienen ácidos que dañan el esmalte. El esmalte, a pesar de ser el material más duro de nuestro cuerpo, no se regenera y por lo tanto debemos prestar especial atención a su cuidado. Este daño podría provocar manchas o roturas en los dientes, lo que es muy antiestético.
El daño causado en el esmalte, sumado a una dieta en la que es posible que comas menos cantidad pero muchas veces, en la que deberás lavarte los dientes después de todas estas comidas y la frecuente presencia de antojos que pueden ser de alto contenido en azúcar como chocolate u otros dulces, elevan muchísimo el riesgo de padecer caries. Tanto los ácidos como los alimentos azucarados hacen proliferar las bacterias en nuestra boca, por eso insistimos en que la higiene bucal de las embarazadas debe ser exhaustiva y cuidadosa.
Los cambios hormonales también pueden provocarte sangrado de encías, es decir gingivitis, que a pesar de no ser muy grave en este caso, puede ser molesta y provocar dolor de dientes. Incluso si la higiene no es adecuada podría derivar en infecciones y pérdida de dientes.
También es frecuente experimentar exceso de saliva o sequedad bucal durante el primer trimestre del embarazo, lo que suele derivar en mal aliento. Pero no te preocupes, si cuidas tu higiene bucal desaparecerá muy pronto.
Entonces, ¿cómo debemos cuidar nuestra boca durante el embarazo? Lo principal es ser insistente, nunca saltarse un lavado después de una comida por frugal que sea, usa el hilo dental y enjuague bucal con flúor. Es importante seguir estos consejos después de absolutamente todas las comidas que realices de manera escrupulosa y minuciosa.
Este proceso también debes llevarlo a cabo tras los vómitos para eliminar los ácidos de la boca, espera un cuarto de hora antes de hacerlo, puedes dañar aún más el esmalte si no lo haces. El siguiente paso sabemos que puede ser complicado para una embarazada, pero reducir la ingesta de azúcares es importante ante el aumento del riesgo a sufrir caries. Y sobre todo, ante cualquier molestia o señal de enfermedad bucal, acude al dentista.
Existe una creencia falsa de que el bebé toma el aporte de calcio necesario para su desarrollo de los dientes de su madre y podría provocar descalcificación en la misma, no es así. El feto toma el calcio de los alimentos que la madre consume, dos o tres raciones diarias de lácteos serán suficientes, siempre dentro de una dieta equilibrada, para su correcto desarrollo. No tomes suplementos de calcio a no ser que tu ginecólogo te los recomiende.
Como ya hemos mencionado anteriormente, esta es una fase llena de cambios para el cuerpo de la mujer, unos preciosos, otros no tanto. Si sigues nuestras recomendaciones el riesgo a padecer cualquier tipo de problema de índole dental se reducirá y podrás centrarte sólo en los cambios más hermosos.